miércoles, 27 de febrero de 2013

LUIS CERNUDA

Procedencia de la imagen
"Si no te conozco, no he vivido; si muero
sin conocerte, no muero, porque no he vivido."

Para conocer mejor la vida y obra de Luis Cernuda no te pierdas la Página del centro virtual Miguel de Cervantes en el que encontrarás un monográfico dedicado al poeta en conmemoración del centenario de su nacimiento. Y si quieres leer sus poemas entra en la página poética  a media voz. Vamos a  estudiar ahora su trayectoria literaria con la lectura de algunos de sus poemas:

COMO EL VIENTO


Como el viento a lo largo de la noche,
amor en pena o cuerpo solitario,
toca en vano a los vidrios,
sollozando abandona las esquinas.
O como a veces marcha en la tormenta,
gritando locamente,
con angustia de insomnio,
mientras gira la lluvia delicada.


Sí, como el viento al que un alba le revela
su tristeza errabunda por la tierra,
su tristeza sin llanto,
su fuga sin objeto;
como él mismo extranjero,
como el viento huyo lejos.
Y sin embargo, vine como luz.

         Un río, un amor, 1928.





NO DECÍA PALABRAS


No decía palabras,
acercaba tan solo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.



La angustia se abre paso entre los huesos,  remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.
                                                              Un roce al paso
                                                     una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne;
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.

                                                                          Los placeres prohibidos, 1931.



           DONDE HABITE EL OLVIDO



Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos; 
donde habite el olvido.

              Donde habite el olvido,1935.



PEREGRINO


¿Volver? Vuelva el que tenga,tras largos años, tras un largo viaje,
cansancio del camino y la codicia
de su tierra, su casa, sus amigos,
del amor que al regreso fiel le espere.
Mas ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
sino seguir libre adelante,
disponible por siempre, mozo o viejo,
sin hijo que te busque, como a Ulises,
sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.
Sigue, sigue adelante y no regreses,
fiel hasta el fin del camino y tu vida,
no eches de menos un destino más fácil,
tus pies sobre la tierra antes no hollada,
tus ojos frente a lo antes nunca visto.

Desolación de la quimera, 1962.


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