miércoles, 31 de agosto de 2011

PERSONAS Y MÁSCARAS


¿QUÉ RELACIÓN TIENE EL TÉRMINO PERSONA CON LOS PRIMITIVOS TEATROS GRIEGOS? ¿LA PALABRA ADOLESCENCIA PROVIENE DE ADOLECER?









¿Sabéis que los actores griegos utilizaban máscaras en sus representaciones? Estas enormes máscaras actuaban como primitivos megáfonos y de ahí nace el concepto original de la palabra persona, compuesta del prefijo per y por sonus (sonido), significaba máscara que retumba o hace mucho ruido. Este es el inicio de la palabra persona que con los primeros teológos adquirirá nuevos valores: ser individual, independiente, racional. En la época moderna se introducirán elementos psicológicos y éticos.

Apreciad también la relación entre el término persona y el mundo del teatro, ya que cada uno de nosotros cumplimos un papel, representamos un personaje como el actor desempeña el suyo en las tablas de un escenario.

Además las máscaras eran indispensables en el teatro griego, ya que en sus inicios solo había un actor para representar a todos los personajes de la obra y cambiando de máscara, cambiaba de personaje. Estas máscaras eran llamadas prósopon que significaba cara, máscara.

Este vocablo experimentó una generalización de su significado: de la máscara que representaba a un personaje en el teatro griego pasará a referirse a cualquier individuo.

Y con relación al segundo interrogante, los vocablos adolescencia y adolecer (padecer) como suenan de manera semejante, se les han atribuido conexiones etimológicas, pero son palabras que no tienen nada en común. Adolecer procede de un verbo castellano ya caído en desuso, dolecer dolescere, “padecer una enfermedad, tener algún defecto”. En cambio, adolescencia proviene del verbo latino adolecere, que significa “comenzar a crecer” y se relaciona con el sentido latino de “nutrir, dar de comer”, porque el adolescente es el que se está nutriendo. Por lo tanto, estas dos palabras provienen de raíces diferentes: adolece, se refiere al dolor y adolescere al crecimiento. Ya veis como dos palabras con raíces distintas pueden llegar a confundirse si se ponen en relación aunque sean vocablos totalmente diferentes.



viernes, 26 de agosto de 2011

ETIMOLOGÍAS CURIOSAS O LA VUELTA AL TRABAJO

  





  
                                   VACACIONES                                            ABURRIMIENTO

             TURISMO                                       TRABAJO


     Hoy vamos a curiosear en el origen de estas palabras. Pero, ¿Sabéis cómo se denomina la especialidad lingüística que se ocupa del origen de las palabras? Etimología, eso es. Tal vez os hayáis dado cuenta de que consultando el diccionario podemos descubrir el origen de las palabras, sólo tenemos que buscar la palabra y al lado podemos ver con abreviaturas su origen (del lat., del fr., del ár…) Y, ¿De qué lengua proceden la mayor parte de palabras castellanas? Del latín, claro que si. Y es que el castellano al igual que otras lenguas (catalán, gallego, francés, italiano…) es una lengua románica que procede del latín, la lengua hablada por los romanos.



     Como veis os ofrezco algunas palabras relacionadas con estas fechas con la intención de investigar más en profundidad su origen. Empecemos por las vacaciones. La palabra procede del latín, de los Dies Vacantes, días en los que se estaban exentos de obligaciones religiosas, no del trabajo. Pero, ¿Sabéis desde cuando hay vacaciones escolares en los meses de verano? desde la Edad Media. Todo comenzó porque en los meses de verano se les otorgó a los campesinos unas curiosas vacaciones, las vacatio judiciales, por las que tenían derecho a no ser citados por los tribunales (para que así trabajaran más en el campo). Así que los jueces comenzaron a disfrutar de dos meses de descanso coincidiendo con el verano. Luego se sumarían a estas vacaciones los clérigos, que se ocupaban de la educación y que cerrarían las escuelas en los meses de verano.



     ¿Y la costumbre de veranear desde cuándo se practica? Desde el siglo XVIII, siglo en el que esta costumbre pasó de la aristocracia francesa a las clases menos pudientes, quienes favorecidos por los medios de transporte como el ferrocarril, tuvieron la posibilidad de tomarse unos días de descanso fuera de sus pueblos y ciudades. Todo ello dio lugar al turismo, palabra de la que existen varias teorías sobre su etimología. La teoría latina explica que el vocablo deriva del latín tornus (torno, retornar) y el sufijo ismo (acción que realizan varias personas), por lo que podríamos definirlo como “actividad que realizan las personas de viajar con intención de retornar al punto de partida”.



     Hay otra teoría, la aramea. El término no vendría del latín sino del arameo antiguo, argumentando qu el término Tur se usaba para referirse a los viajes, la exploración y el traslado de personas. Y otra explicación relaciona el término con un apellido de la aristocracia francesa llamada De la Tour. Esta familia organizó los primeros viajes de comerciantes ingleses al continente, lo que supuso el inicio del turismo como actividad comercial.



En todo caso, el turismo no es una actividad reciente, ya que los romanos lo practicaban: desplazamientos para asistir a los Juegos Olímpicos en la Grecia Clásica (a los que acudían miles de personas), peregrinaciones religiosas, visita a los baños termales, a los teatros, a las costas...



     Y en estos días veraniegos o en los días de instituto, alguno puede que haya sentido aburrimiento. Este término proviene del latín, de abhorrere (tener aversión a algo). Al principio, los términos aburrir y aborrecer compartieron el mismo significado: tener aversión a algo. Fue después del siglo XVI cuando se produjo la distinción que hoy conocemos. Pero, como diría el filósofo Nietzsche, “¿No es la vida cien veces demasiado breve para aburrirnos?”.



     Y tras el descanso vacacional toca… la vuelta al trabajo. También la palabra trabajo procede del latín, pero, atención a su etimología: proviene del término latino tripalium, que significa literalmente “tres palos” y era un instrumento de tortura formado por tres estacas a las que se amarraba el reo. Después, este nombre pasó de designar un instrumento de tortura a referirse a uno de los efectos de la tortura: el sufrimiento.



     Bueno, pues que la vuelta al trabajo no resulte ser una tortura ni un sufrimiento, aunque su significado etimológico si lo sea. ¡Adelante! Sólo nos quedan nueve meses para las próximas vacaciones de verano.


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