viernes, 20 de mayo de 2011

MIGUEL HERNÁNDEZ


     "Los poetas somos vientos del pueblo, nacemos para pasar soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas"

       Miguel Hernández es una de las voces poéticas más destacadas del siglo XX, por su tono arrebatado, humanísimo, por sus palabras que parecen salir directamente del corazón ("La lengua en corazón tengo bañada"). De condición humilde, demostró desde muy pronto una vocación especial por la poesía, un enorme interés por la lectura y una gran necesidad de transmitir sus sentimientos a través de la palabra. Los temas de su poesía (el amor, la muerte, la guerra, el dolor, la libertad...) están muy presentes en su vida, una vida difícil, de lucha e incertidumbres.

      En el año 2010, fueron muchos los homenajes que recibió el poeta, ya que se celebraba el centenario de su nacimiento (nació en Orihuela en 1910). Pinchad en  Miguel Hernández, poeta de la luz y del asombro
y accederéis a un reportaje que se emitió en el programa  Informe Semanal y que nos muestra cómo fue su vida y su trayectoria poética. Leed también  el artículo de Juan Antonio Tirado sobre el poeta, merece la pena.

  Igualmente, os recomiendo la página de la Fundación Miguel Hernández, donde podéis encontrar más información sobre el poeta.

     Como veis, la poesía de Miguel Hernández sigue estando muy viva, porque es un poeta que despierta pasiones, porque trata unos temas que son inherentes a la condición humana (el amor a su pareja y a sus hijos, el dolor por la separación , la denuncia a la guerra, el deseo de libertad...) y porque sus versos están llenos de fuerza emotiva  Si  buscáis información sobre él en internet, os quedaréis sorprendidos de la gran cantidad de entradas que hay: información sobre el poeta y su obra, reportajes, poesías, música, homenajes... Hay cantautores que han puesto música a sus poemas como Joan Manuel Serrat (que también dedicó un disco a Antonio Machado) con un disco en 1972 y otro en el 2009 (Hijo de la Luz y de la sombra); Paco Damas con Tristes Guerras o Vicente Monera, entre otros. Es muchísimo el material que hay en la red sobre Miguel Hernández y yo desde aquí os invito a descubrirlo.

        LA POESÍA DE MIGUEL HERNÁNDEZ

     Nosotros, vamos a centrarnos en su trayectoria poética, una trayectoria breve pero de gran calidad literaria. Dámaso Alonso llamó a Miguel Hernández "genial epígono de la Generación del 27", porque su poesía es como un puente entre la poesía de antes y después de la guerra. Podría incluírsele entre los poetas de la Generación del 36 (Rosales, Celaya) por su edad, por la hondura humana de su poesía (la rehumanización) y por el compromiso social y político. Pero, por otra parte, la trayectoria poética de Miguel Hernández  tiene muchos puntos en común con los poetas del 27 como el afán de renovación del lenguaje poético, su mezcla de tradición y vanguardia, de lo culto y lo popular, de lo personal y lo universal. Amigo de Aleixandre y de Neruda, Hernández fue considerado como un hermano menor de la generación.

    Después de unos primeros poemas de adolescencia, Miguel Hernández escribe Perito en lunas (1934),  poemario con influencias gongorinas compuesta por 42 octavas reales, en las que objetos humildes son descritos con un lenguaje metafórico deslumbrante. Pero será en 1936 cuando llegue su gran obra, El rayo que no cesa, en la que aparecen sus grandes temas: la vida, el amor, el dolor y la muerte. El amor es vivido como un sentimiento trágico que conduce a la pena, al "rayo" que se le clava en el corazón y le hace concebir presagios de muerte. Aparte de los sonetos amorosos, el libro destaca por la famosa Elegía a Ramón Sijé, elegía escrita tras la muerte de su amigo en la que Miguel exterioriza su profundo dolor con un lenguaje hipérbolico que se va tornando más suave al final de la composición. Sin duda, una de las elegías más conocidas de la literatura española.

     Durante la guerra, su poesía se llena de compromiso social y político, con dos obras Viento del pueblo
(1937) y El hombre acecha (1939). Son obras de contenido social, con un lenguaje claro y directo y una preocupación estética menor. En el primer libro aparecen poemas como El sudor o El niño yuntero. En este último poema, Miguel Hernández denuncia la explotación infantil. Como él mismo decía: "Al hijo del pobre siempre se le ha obligado a ser mulo de carga de todos los oficios...Se le ha empujado contra el barbecho, contra el yunque, contra el andamio; se le ha obligado a empuñar una herramienta, que, tal vez, no le correspondía". Pinchando en el enlace, escucharéis el poema en la voz de Joan Manuel Serrat acompañado por imágenes reales que denuncian la explotación infantil:



     En El hombre acecha sigue en esta línea comprometida, pero con un tono más doloroso marcado por la tragedia de la guerra. A este libro pertenece el poema Para la libertad, del que os dejo la famosa versión de Serrat:



         
     En la cárcel compone la mayor parte de Cancionero y Romancero de ausencias (1938-41). Es un libro de depurada expresión que emplea formas de la lírica popular y que está lleno de poemas conmovedores. Con una poesía directa y sencilla, Miguel Hernández nos habla de amor y de dolor en circunstancias muy difíciles: amor a su esposa, Josefina Manresa, con la que no puede estar por encontrarse él en la cárcel; denuncia de la sinrazón de la guerra con poemas como Tristes guerras (de la que os dejo la versión musical de Paco Damas), y tristeza, mucha tristeza aunque también esperanza como podemos ver en las Nanas de la cebolla.


     


Por lo tanto, de una poesía inicial centrada en cuestiones formales irá evolucionando a una poesía más comprometida, donde importará menos la perfección formal y más el contenido. La expresión se hará más directa y desnuda para cantar los sentimientos del dolor, la vida o la muerte.
    
    

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