La palabra comunicación deriva del latín communicare, que significa "compartir algo, poner en común". Los seres humanos necesitamos comunicarnos, compartir nuestras ideas, emociones y sentimientos con nuestros semejantes. Y es que como decía el filósofo Aristóteles, el ser humano es un ser social y aquel que vive solo o es un dios o es un demonio. La comunicación, por lo tanto, está continuamente presente en nuestras vidas y somos partícipes de actos de comunicación continuos.
Un emisor envía un mensaje a un receptor a través de un canal y para ello emplea un código (compartido por emisor y receptor) que adquiere un significado específico en una situación determinada. No olvidéis que la recepción de la información puede verse afectada por el ruido (perturbaciones que dificultan la comunicación y que el emisor neutraliza con mecanismos de redundancia).
Sin embargo, no sólo el ser humano se comunica, también lo hacen los animales que obtienen información de su entorno y pueden compartirla con el resto. A continuación, os dejo unos vídeos en el que podréis apreciar las diferencias entre la comunicación humana y la animal:
Por lo tanto, aunque todos los seres vivos tienen necesidad de comunicarse, sólo el hombre puede hacerlo empleando un lenguaje basado en palabras orales o escritas al que denominamos lenguaje verbal. Además, el ser humano puede emplear un lenguaje no verbal utilizando imágenes, gestos, sonidos, olores... El estudio del lenguaje no verbal ha adquirido gran importancia en la actualidad, con el surgimiento de ciencias como la Proxémica (estudio del espacio entre emisor y receptor), la Cinésica (estudia los gestos o los movimientos corporales) o la Paralingüística (estudio de elementos fónicos no verbales como tono de voz, ritmo, entonación, intensidad...). En esta imagen podréis observar cómo el espacio que hay entre los interlocutores influye en el tipo de comunicación:
Un sistema curioso de comunicación no verbal es el lenguaje del abanico, lenguaje que empleaban las mujeres del siglo XVIII y XIX para comunicarse con sus pretendientes y amantes. Tened en cuenta que en estos siglos la libertad sexual y de expresión de las mujeres estaba restringida y tenían que someterse a unas rígidas convenciones sociales. Pinchando en el enlace El lenguaje del abanico podéis descubrir este curioso mensaje cifrado. Y si pinchas en el coqueteo y el lenguaje del abanico podrás ver un curioso repertorio de cuadros que tienen como protagonistas a mujeres con abanicos. Además hay una explicación sobre el origen y utilización de este objeto en distintas culturas. Muy interesante.
Por último, para repasar los elementos de la comunicación y de la comunicación verbal y no verbal vamos a hacer unas actividades pinchando aquí y unos juegos de expresión verbal y no verbal aquí. ¿Preparados?
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