"En cierta ocasión, hace ya mucho tiempo, vi un fantasma. Sí, un espectro, una aparición, un espíritu; lo puedes llamar como quieras, el caso es que lo vi. Ocurrió el mismo año en que el hombre llegó a la Luna y, aunque hubo momentos en los que pasé mucho miedo, esta historia no es lo que suele llamarse una novela de terror".
Así comienza la apasionante novela de Las lágrimas de Shiva de César Mallorquí. Un relato narrado desde el punto de vista de Javier, un chico de quince años que tiene que pasar el verano en Santander con sus tíos y sus primas. Allí, sentirá la presencia de un fantasma que necesita su ayuda para aclarar algo que sucedió en el pasado y que aún no se ha esclarecido en el presente. Junto con su prima Violeta, Javier pondrá manos a la obra y...
Las lágrimas de Shiva es un libro adictivo, pues una vez que has empezado a leerlo, no puedes parar. Y es que César Mallorquí tiene un gran talento literario, ya que ofrece un relato atractivo para los adolescentes y además enriquece su nivel cultural empleando un léxico rico y variado y ofreciendo información sobre temas interesantes: cómo se vivía en los años sesenta, música y libros inolvidables, acontecimientos históricos como la llegada del hombre a la Luna... Y todo ello se inserta en la trama con naturalidad, sin que en ningún momento resulte forzado o ajeno a la historia.
En esta entrada quería profundizar en todos estos aspectos culturales que se van ofreciendo a lo largo de la novela. Comenzamos con las palabras de César Mallorquí sobre la literatura juvenil. Atentos todos, a lo que os dice el autor:
La historia de Las lágrimas de Shiva se desarolla un marco narrativo muy concreto: Temporalmente, la acción sucede en los años sesenta, concretamente en julio de 1969, fecha en la que el hombre subió a la Luna. Pero antes de llegar en la novela a este momento histórico concreto, César Mallorquí sitúa en las páginas precedentes de forma general, la década en la que se desarrolla la historia, los años sesenta:
Sí, la historia se contextualiza en esos años sesenta que a nivel internacional supusieron importantes cambios en el ámbito social mientras que en España las cosas permanecían inmutables bajo la batuta del general Franco. Vamos un vídeo vídeos para adentrarnos en el contexto histórico de esta época:
El espacio narrativo también está claramente delimitado en la novela: la acción transcurre en Villa Candelaria, la casa antigua de los tíos de Javier, que se ubica en Santander, con frecuentes referencias a su mar y a su playa del Sardinero:
Y en las páginas de la novela también ocupan un papel muy destacado los libros y la música.
Javier y su prima Violeta comparten una aficción: la lectura. Sus gustos son diferentes, pues a Javier le encantan los libros de ciencia-ficción mientras que su prima Violeta prefiere libros de otro estilo. A lo largo de la novela, los dos primos van intercambiando libros muy conocidos de la literatura universal.
Violeta le presta a Javier el libro de El guardían entre el centeno de Salinger y Javier dice lo siguiente tras su lectura:
"Aquella novela me había atrapado desde las primeras líneas y eso a pesar de que apenas tenía argumento. El relato, narrado en primera persona, cuenta la historia de Holden Caulfield, un chico de diecisiete años que, poco antes de Navidad, se fuga del colegio. Y ésa es la trama de la novela: los tres días que duraba la fuga del protagonista. Pero además, aquel relato mostraba los recuerdos, los pensamientos y las emociones de Holden, su confusión, su tristeza y su sentido del humor..."
El coleccionista de mundos nos explica esta impactante obra:
En el capítulo 4 titulado "La extraña historia de Beatriz Obregón", Violeta y Javier intercambian también muchas novelas. Javier decide dejar a Violeta todo un clásico de la ciencia ficción Crónicas Marcianas de Bradbury, para mostrar a su prima que los libros de ciencia ficción también pueden ser interesantes y tener calidad literaria.
"Crónicas Marcianas es un gran libro, la demostración perfecta de que hay mucho más en la ciencia ficción que naves espaciales, monstruos con ojos de insecto y pistolas de rayos. Por eso se lo dejaba siempre a la gente que me criticaba por leer "marcianadas" y por eso, al día siguiente después del desayuno, Violeta me llevó a un aparte y me dijo:
-Ese libro, Crónicas Marcianas es... En fin, no podía imaginarme que la ciencia ficción pudiera ser tan... tan poética. Me ha gustado mucho, Javier. Gracias por regalármelo. Pero, en realidad, el libro no trata de Marte, ni de marcianos, sino de la gente normal y corriente".
Una reseña breve de Crónicas Marcianas:
Otra de las obras clásicas que aparecen en Las lágrimas de Shiva es La metamorfosis de Franz Kafka, "narra una especie de pesadilla en la que un hombre, Gregorio Samsa, asiste con indiferencia a su transformación en insecto".
Booktrailer de la Metamorfosis:
Y, por último, el libro de Frankenstein de Mary Shelley, adquiere en el relato un interés especial, ya que dentro del libro Javier descubre unas líneas escritas con la elegante caligrafía de Beatriz Obregón en las que se sentía identificada con el monstruo porque se sentía distinta a los demás y por eso se encontraba sola.
Pinchando en Frankenstein podrás acceder a una breve reseña de la obra incluida en el programa de libro Página 2 y podrás conocer más sobre su autora y el origen de la obra en este interesante enlace: Frankenstein 1816: el año que nació un monstruo
Pero no sólo de literatura se habla en el libro. También la música ocupa un lugar destacado en Las lágrimas de Shiva. Cada miembro de la familia Obregón tiene sus propios gustos musicales:
"El tocadiscos, por cierto, decía mucho sobre la personalidad de los distintos miembros de la familia Obregón. Tía Adela ponía siempre música clásica, sobre todo Brahms y Chaikovski; tío Luis era aficionado a los tangos y a los cantantes norteamericanos-incluido Elvis-; a Rosa le gustaba el jazz, pero también Leonard Cohen, Moustaky y Brassens; Margarita, por su parte, se decantaba por los Rolling Stones, mientras Violeta era una fanática de los Beatles. En cuanto a Azucena, lo oía todo y seguía sin decir nada".
Vamos a ver algunos vídeos de estos estilos musicales:
Chaikovsky, El lago de los cisnes
No hay comentarios:
Publicar un comentario