Páginas

martes, 22 de octubre de 2013

"EL SOMBRERO DE TRES PICOS": DE CUÁNDO SUCEDIÓ LA COSA Y DE CÓMO VIVÍA ENTONCES LA GENTE


           

Para comprender mejor la lectura de este trimestre, El sombrero de tres picos, vamos a ver en esta entrada algunos datos interesantes para conocer la época y el espacio en los que los se ambienta la obra. El propio Alarcón dedicó los dos capítulos iniciales a encuadrar la acción. No obstante, como sé por experiencia que estos capítulos os suelen resultar algo aburridos, vamos a verlos entre todos con la ayuda de esta entrada.

  La novela El sombrero de tres picos presenta una organización estructural muy sólida, yendo de lo general a lo particular. El autor comienza la obra con una contextualización histórica de tono irónico, continúa situando los hechos en una zona concreta, una ciudad de Andalucía y luego nos ofrece los retratos de los personajes principales. Con esta introducción ya estamos en condiciones de comprender las acciones de los protagonistas, sus ideas y venidas, sus confusiones y sus deseos. La obrita se convierte pronto en un enredo lleno de equívocos y situaciones divertidas con personajes de gran viveza que nos cautivarán y nos harán pasar un rato muy divertido.

   Nosotros vamos a comenzar por el principio, por el capítulo I, "De cuándo sucedió la cosa", en donde Alarcón nos ofrece una contextualización general del periodo histórico en el que se inscribe la obra con un tono crítico y paródico. Leed con atención la semblanza de Carlos IV:


"Reinaba, pues, todavía en España don Carlos IV de Borbón; por la gracia de Dios, según las monedas, y por olvido o gracia especial de Bonaparte, según los boletines franceses. Los demás soberanos europeos descendientes de Luis XIV habían perdido ya la corona (y el jefe de ellos la cabeza)...".

   La novela se ambienta, por lo tanto,  en un momento histórico convulso, un periodo en el que las bases del Antiguo Régimen se desmoronaban ante el impulso de la revolución y sobre todo, ante la imparable fuerza conquistadora de Napoleón Bonaparte. Pero los ecos revolucionarios aún suceden fuera de España,"como si, en medio de tantas novedades y trastornos, el Pirineo se hubiese convertido en otra muralla de China".

  Para que entendáis mejor lo que aparece en la novela, debéis saber que Carlos IV fue rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Accedió al trono con una amplia experiencia en los asuntos de Estado pero se vio superado por la repercusión de los sucesos acaecidos en Francia en 1789 y por su falta de energía personal que hizo que el gobierno estuviera más en manos de su valido, Manuel Godoy. Sin embargo, aunque en la novela se menciona a Napoleón, aún no ha cercenado el poder de los Borbones y Alarcón, nos ofrecerá un cuadro idílico de una España aparentemente en orden pero a punto de desestabilizarse. Aparentemente, no pasa nada en España, todo sigue igual y las hazañas de Napoleón parecen "un libro de caballerías o cosas que sucedían en otro planeta" 

  Atended a la descripción que se traza de Napoleón, una vorágine de conquistas y ambición, un hombre que con su afán conquistador cambió completamente el destino de Europa:

"El Soldado de la Revolución, el hijo de un oscuro abogado corso, el vencedor de Rívoli, en las Pirámides, en Marengo y en otras cien batallas, acababa de ceñirse la corona de Carlo Magno y de transfigurar completamente a Europa, creando y suprimiendo naciones, borrando fronteras, inventando dinastías y haciendo mudar de forma, de nombre, de sitio, de costumbres y hasta de traje a los pueblos por donde pasaba en su corcel de guerra como un terremoto animado".

Y es que la llegada de Napoleón al poder en 1799 y su proclamación como Emperador en 1804 alterará las relaciones internacionales y ya Europa no volvería a ser la misma. Durante un periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante una serie de conquistas y alianzas, siendo derrotado definitivamente en la famosa batalla de Waterloo en 1815. Los hechos que relata Alarcón se sitúan en este periodo expansionista de Napoleón, antes de que el conquistador se interesara por España como territorio estratégico en su lucha contra los británicos.

En este contexto,  Alarcón realizará un fina crítica política de la España del Antiguo Régimen, mostrando una sociedad sin libertades que se encuentra sometida a los poderes eclesiales y políticos: 

"Nuestros mayores seguían viviendo a la antigua española, sumamente despacio, apegados a sus rancias costumbres en paz y gracia de Dios, con su Inquisición y sus frailes, con su pintoresca desigualdad ante la ley, con sus privilegios, fueros y exenciones personales, con su carencia de toda libertad municipal y política, gobernados simultáneamente por insignes obispos y poderosos corregidores y pagando diezmos, primicias, alcabalas, subsidios...".

  En el capítulo "De cómo vivía entonces la gente", el autor nos describe las costumbres de los habitantes de una ciudad de Andalucía (que podría ser Guadix) y en la que se desarrollará la divertida historia de la molinera  y el corregidor, unas costumbres rancias y tradicionales, muy en consonancia con los tiempos del Antiguo Régimen: levantarse temprano, ir a misa, comer puchero y echarse siesta, rezar el rosario, tomar chocolate y asistir a las tertulias del corregidor o del deán.

   Alarcón parece evocar a continuación con nostalgia, no exenta de ironía, aquellos tiempos pasados en los que la vida de la gente estaban presididos por unos ideales de paz y concordia:

"¡Dichosísimo tiempo aquel en que nuestra tierra seguía quieta y pacífica en posesión de todas las telarañas, de todo el polvo, de toda la polilla, de todos los respetos, de todas las creencias, de todas las tradiciones, de todos los usos y de todos los abusos santificados por los siglos! " (¿No os parece una enumeración en la que se burla de todos esos principios tradicionales?)

 Y tras este circunloquio, el autor ya entra en la historia de El sombrero de tres picos en el capítulo III itulado "Do ut des" ("Doy para que me des"), capítulo en el que conoceremos a un molinero simpático, generoso y con mucha labia. Su vida es tranquila y se siente muy feliz con su mujer Frasquita. Pero, ¿Qué sucederá cuando el corregidor decida seducir a la molinera? Preparaos para disfrutar de esta obrita que rezuma frescura, gracia y mucho humor. Feliz lectura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario