Seguimos con nuestro recorrido por el Renacimiento, un periodo de plenitud cultural en el que se revitalizaron los saberes de la antigüedad grecolatina: desarrollo de las traducciones, recuperación de mitos y tópicos grecolatinos, deseo de conseguir la armonía y el equilibrio clásicos... El origen de las nuevas ideas fue Italia, que en el siglo XIV se convirtió en el centro difusor del Humanismo y de los saberes clásicos y fue en el siglo XVI cuando las nuevas formas italianas triunfaron en España gracias a la labor desarrollada por Juan Boscán y Garcilaso de la Vega.
Hoy vamos a ver dos tópicos clásicos que se utilizaron en el Renacimiento y es curioso cómo estos tópicos, después de tantos siglos, siguen teniendo en la actualidad plena vigencia porque un clásico es para siempre y porque los seres humanos de todos los tiempos nos movemos por los mismos impulsos y preocupaciones: el paso del tiempo, el deseo de disfrutar de nuestra vida efímera, la añoranza de la juventud perdida, el deleite de los placeres sencillos...
¿Preparados para conocerlos? Pues comenzamos...
CARPE DIEM es una expresión látina que significa "agarra el día", "aprovecha el momento" y fue acuñada por el poeta romano Horacio en sus Odas (I, 11): "Carpe diem quam minimum credula postero" (Vive el día de hoy. Captúralo. No te fíes del incierto mañana). Este tópico ha estado presente en todas las épocas exhortándonos a disfrutar los placeres de la vida antes de que el paso del tiempo o la muerte nos los arrebate.
En el Renacimiento español, Garcilaso de la Vega nos describe en su soneto XXIII a una joven y bella dama y la exhorta al disfrute de su juventud antes de que el tiempo marchite su belleza:
Soneto XXIII
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena 5
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado 10
cubra de nieve la hermosa cumbre;
marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
Góngora también ofrecería su propia versión del tópico con su famoso soneto:
Mientras por competir con tu cabello,
oro
bruñido al sol relumbra en vano;
mientras
con menosprecio en medio el llano
mira
tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Pero este tópico ha seguido y sigue teniendo vigencia en todos los tiempos. Leed este poema escrito por Juana de Ibarbourou, poetisa uruguaya que desarrolló una exquisita lírica modernista y que desde una perspectiva femenina reivindica la importancia de disfrutar del amor en la juventud antes de que llegue la muerte:
Juana Ibarbourou |
LA HORA
Tómame ahora que aun es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aun es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligra
la sandalia viva de la primavera.
Ahora que mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso mas tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aun es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no mas tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
Tómame ahora que aun es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aun es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligra
la sandalia viva de la primavera.
Ahora que mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso mas tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aun es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no mas tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
Y para terminar os recomiendo la película, El club de los poetas muertos, basada en la novela homónima. En esta película, el señor Keating, nuevo profesor de literatura, inculcará a sus alumnos un ferviente gusto por la creatividad, la poesía y el amor; les enseñará a pensar por sí mismos, a confiar en sus capacidades y actuar por impulsos verdaderos y no por coacciones externas. Os dejo el momento en el que se recrea este tópico "Carpe diem":
Otro tópico clásico relacionado con el "Carpe diem" es el tópico formulado por Ausonio “Collige, virgo, rosas, dum flos novus, et nova pubes, et memor esto aevum sic properare tuum”:
Lamentamos, Naturaleza, que sea efímera la belleza de las
flores
Les arrebatas rápidamente las gracias mostradas a los ojos.
Apenas tan larga como un solo día es la vida de las rosas;
la vejez inminente las agobia aún jóvenes.
tan pronto llegan a su plenitud, las empuja su propia vejez.
Les arrebatas rápidamente las gracias mostradas a los ojos.
Apenas tan larga como un solo día es la vida de las rosas;
la vejez inminente las agobia aún jóvenes.
tan pronto llegan a su plenitud, las empuja su propia vejez.
Si vio nacer una la Aurora rutilante,
a esa la caída de la tarde la contempla ya mustia. Mas no importa: aunque inexorablemente deba la rosa rápida morir,
ella misma prolonga su vida con los nuevos brotes. Coge las rosas, muchacha, mientras está fresca tu juventud,
pero no olvides que así se desliza también tu vida” (De rosis nascentibus 40-49)
a esa la caída de la tarde la contempla ya mustia. Mas no importa: aunque inexorablemente deba la rosa rápida morir,
ella misma prolonga su vida con los nuevos brotes.
pero no olvides que así se desliza también tu vida” (De rosis nascentibus 40-49)
Este tópico invitando a una chica joven a disfrutar de su juventud está presente en el soneto de Garcilaso y en el de Góngora vistos anteriormente. También podéis encontrar una formulación de este tópico en el siguiente poema, "A las vírgenes para que aprovechen el tiempo" del poeta inglés Robert Herrick (1591-1674). A este poema pertenecen los versos que hemos escuchado en el vídeo anterior de El club de los poetas muertos. A continuación, tenéis el poema completo:
Coged las rosas mientras podáis;
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta.
La gloriosa lámpara celeste, el sol,
cuanto más alto ascienda
antes llegará a su camino
y más cerca estará del ocaso.
Los primeros años son los mejores,
cuando la juventud y la sangre están más calientes;
pero consumidas, la peor, y peores tiempos
siempre sucenden a los anteriores.
Así que no seáis tímidas, aprovechad el tiempo
y mientras podáis, casaos:
pues una vez que hayáis pasado la flor de la vida
puede que esperéis para siempre"
Y el ingenioso Luis de Góngora en el siglo XVII con su tono irónico y desenfadado, empleará esa expresión tan popular de "que se nos va la Pascua, mozas", aprovechad la juventud que la vejez no perdona:
¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Que se nos va la Pascua!
Mozuelas las de mi barrio,
Loquillas y confiadas,
Mirad no os engañe el tiempo,
La edad y la confianza.
No os dejéis lisonjear
De la juventud lozana,
Porque de caducas flores
Teje el tiempo sus guirnaldas.
¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Que se nos va la Pascua!
Que se nos va la Pascua!
Vuelan los ligeros años,
Y con presurosas alas
Nos roban, como harpías,
Nuestras sabrosas viandas.
La flor de la maravilla
Esta verdad nos declara,
Porque le hurta la tarde
Lo que le dio la mañana.
¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Que se nos va la Pascua!
Que se nos va la Pascua!
Mirad que cuando pensáis
Que hacen la señal del alba
Las campanas de la vida,
Es la queda, y os desarman
De vuestro color y lustre,
De vuestro donaire y gracia,
Y quedáis todas perdidas
Por mayores de la marca.
¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Que se nos va la Pascua!
Que se nos va la Pascua!
Yo sé de una buena vieja
Que fue un tiempo rubia y zarca,
Y que al presente le cuesta
Harto caro el ver su cara,
Porque su bruñida frente
Y sus mejillas se hallan
Más que roquete de obispo
Encogidas y arrugadas.
¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Que se nos va la Pascua!
Que se nos va la Pascua!
Y sé de otra buena vieja,
Que un diente que le quedaba
Se lo dejó este otro día
Sepultado en unas natas,
Y con lágrimas le dice:
«Diente mío de mi alma,
Yo sé cuándo fuistes perla,
Aunque ahora no sois caña.»
¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Que se nos va la Pascua!
Que se nos va la Pascua!
Por eso, mozuelas locas,
Antes que la edad avara
El rubio cabello de oro
Convierta en luciente plata,
Quered cuando sois queridas,
Amad cuando sois amadas,
Mirad, bobas, que detrás
Se pinta la ocasión calva.
¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Que se nos va la Pascua!
Que se nos va la Pascua!
Desde luego, es un tópico universal. Hay que añadir este poema de Luis Alberto de Cuenca, que suelo ponerlo mucho en clase:
ResponderEliminarwww.poesiaspoemas.com/luis-alberto-de-cuenca/collige-virgo-rosas
Además de actualizar el tópico alterna de maravilla el registro culto con el coloquial, sobre todo en el último verso.
Por lo demás, mi recuperación sigue bien. El próximo miércoles me hacen la primera revisión. A ver qué tal estoy.
Saludos.
Muchas gracias, Alberto, por tus aportaciones y ánimo con tu recuperación.
ResponderEliminarSaludos,
Rosa
Maravilloso. La frase "carpe diem" me marco en la flor de mi vida y la pelicula la sociedad de los poetas muertos un gusto por la lectura y los sueños...
ResponderEliminarBuen corpus de textos, que sutilmente no han envejecido, pasadas sus antiguas juventudes...
ResponderEliminarSusodicho texto esta bastante Bien, voy ha decir a mis alumnos que hagan un trabajo de esto.
ResponderEliminar¿Podrían decirme más sonetos que tengan el tópico del carpe diem pero que no sean los que ya están publicados?
ResponderEliminarNecesito mínimo 8, ayuda.
hay uno que se llama el soneto 23 de Garcilaso
Eliminar