De un clérigo
leemos que era de sesos ido,
y en los vicios del siglo fieramente embebido;
pero aunque era loco tenía un buen sentido:
amaba a la Gloriosa de corazón cumplido.
Como quiera que fuese al mal acostumbrado,
en saludarla siempre era bien acordado;
y no iría a la iglesia, ni a otro mandado
sin que antes su nombre no hubiera aclamado
Decir no lo sabría por qué causa o razón
(nosotros no sabemos si se lo buscó o non)
dieron sus enemigos asalto a este varón
y hubieron de matarlo, déles Dios su perdón.
Los hombres de la villa, y hasta sus compañeros,
que de lo que pasó no estaban muy certeros,
afuera de la villa, entre unos riberos
se fueron a enterrarlo, mas no entre los diezmeros.
Pesóle a la Gloriosa por este enterramiento,
porque yacía su siervo fuera de su convento;
aparecióse a un clérigo de buen entendimiento
y le dijo que hicieron un yerro muy violento.
Ya hacía treinta días que estaba soterrado:
en término tan luengo podía ser dañado;
dijo Santa María: «Es gran desaguisado
que yazga mi notario de aquí tan apartado.
Te mando que lo digas: di que mi cancelario
no merecía ser echado del sagrario;
diles que no lo dejen allí otro treintenario
y que con los demás lo lleven al osario.»
Preguntóle el clérigo que yacía adormentado:
«¿Quién eres tú que me hablas? dime quién me ha mandado,
que cuando dé el mensaje, me será demandado
quién es el querelloso, o quién el soterrado».
Díjole la Gloriosa: «Yo soy Santa María,
madre de Jesucristo que mamó leche mía;
el que habéis apartado de vuestra compañía
por cancelario mío con honra lo tenía.
El que habéis soterrado lejos del cementerio
y a quien no habéis querido hacerle ministerio
es quien me mueve a hacerte todo este reguncerio:
si no lo cumples bien, corres peligro serio.»
Lo que la dueña dijo fue pronto ejecutado:
abrieron el sepulcro como lo había ordenado
y vieron un milagro no simple, y sí doblado;
este milagro doble fue luego bien notado.
Salía de su boca, muy hermosa, una flor,
de muy grande hermosura, de muy fresco color,
henchía toda la plaza con su sabroso olor,
que no sentían del cuerpo ni un punto de hedor.
Le encontraron la lengua tan fresca, y tan sana
como se ve la carne de la hermosa manzana:
no la tenía más fresca cuando a la meridiana
se sentaba él hablando en medio la quintana.
Vieron que esto pasó gracias a la Gloriosa,
porque otro no podría hacer tamaña cosa:
trasladaron el cuerpo, cantando Specïosa,
más cerca de la iglesia a tumba más preciosa.
Todo hombre del
mundo hará gran cortesía
si hiciere su servicio a la Virgo María:
mientras vivo estuviere, verá placentería
y salvará su alma al postrimero día.
(versión modernizada de
Daniel Devoto, Ed. Castalia, «Odres Nuevos.», 1976)
Localización: Este texto fue escrito por el poeta riojano Gonzalo de Berceo, primer poeta conocido en lengua castellana que desarrolló su obra en el periodo medieval, concretamente en el siglo XIII. Es uno de los autores más representativos del Mester de Clerecía, escuela poética formada por autores cultos que, guiados por su afán didáctico moral, divulgaron temas eruditos y emplearon una métrica regular, la cuaderna vía.
Las obras de Berceo se pueden clasificar en tres grupos:
. Obras hagiográficas (vidas de
santos): Vida de San Millán de la
Cogolla, Vida de Santo Domingo de Silos.
. Obras de carácter litúrgico-doctrinal: Del sacrificio de la misa.
. Obras marianas, dedicadas a la Virgen María. En este apartado, la
obra más importante es Milagros de
Nuestra Señora, colección de veinticinco milagros protagonizados por la
Virgen y precedidos de una introducción
alegórica. Los milagros que se narran proceden de fuentes latinas medievales y
Berceo lo que hizo fue difundirlos en lengua romance, acercándolos a las gentes
sencillas. “El clérigo y la flor” es el milagro III de esta colección y es un
milagro de perdón, ya que la Virgen disculpa los pecados del clérigo por la
devoción que sentía hacia ella.
Tema: La Virgen María perdona a un pecador por la devoción que
siempre había tenido éste hacia ella y obra el milagro de la flor. El milagro
nos muestra cómo la Virgen se muestra muy generosa con aquéllos que le han sido
devotos.
. Estructura interna: El milagro
“El clérigo y la flor” es un texto escrito en poesía narrativa y, como el resto
de los milagros de la obra, sigue un orden cronológico: introducción, nudo y
desenlace. El texto lo podemos dividir en varias partes, atendiendo a su
contenido:
- Planteamiento: se presenta al protagonista, un clérigo que tenía muchos vicios pero que era muy devoto de
la Virgen María (1-8). En las dos estrofas siguientes el clérigo es asesinado y enterrado en lugar no sagrado (versos 9-16).
- Intervención de la Virgen
María: La Virgen intercede por el pecador y pide a un clérigo que le entierren
en lugar sagrado. (versos 17-40).
- Milagro de la flor y reflexión del narrador: Cuando sacan del sepulcro al clérigo se produce el doble milagro: de la boca del clérigo exhumado sale una flor que perfuma su cuerpo y su lengua está fresca como una manzana. (verso 41-52). El narrador muestra el destino final del clérigo y generaliza la enseñanza del milagro: los que son devotos a la Virgen salvarán su alma (versos 53-60).
. Estructura externa: Este
texto es un ejemplo de la poesía narrativa del Mester de Clerecía en el que se transmite
una enseñanza moral a través del ejemplo del clérigo. Pero además de la
narración, Berceo emplea la descripción y el diálogo para acercar la historia
al público. Este poema narrativo está compuesto de doce estrofas que presentan
regularidad métrica. Se trata de cuadernas vías, estrofas de cuatro versos
alejandrinos (catorce sílabas métricas con cesura interna), da arte mayor que riman entre sí
en consonante (AAAA), siendo muy utilizadas por los autores del Mester de
Clerecía.
. Análisis literario (relación
fondo-forma, análisis estilístico y características del Mester de Clerecía
presentes en el texto):
El milagro “El clérigo y la flor” está relatado por un narrador en
tercera persona omnisciente, que conoce completamente a sus personajes. Desde el
primer verso, “De un clérigo leemos que era de sesos ido”, apreciamos
como Berceo parte de un texto escrito, es decir, él no es original en los temas
(que eran tomados de historias marianas escritas en latín) pero sí supo
modificar, ampliar y enriquecer sus modelos, difundiendo en lengua romance las
historias escritas en latín. Para ello,
Berceo empleó una lengua sencilla, familiar y cercana a las gentes.
En las dos primeras estrofas, Berceo nos describe a un clérigo que no es
un modelo a seguir, ya que es un pecador
“en los vicios del siglo fieramente embebido”, pero a pesar de sus defectos
tenía una gran virtud, “amaba a la Gloriosa de corazón cumplido”.
En las estrofas siguientes (del verso 9 al 16), el narrador relata cómo
el clérigo, tras ser asesinado por sus enemigos, fue enterrado por los hombres
de la villa (e incluso por sus propios compañeros) “entre unos riberos”, fuera
de la tierra sagrada (“mas no entre los diezmeros”). Podemos apreciar como
Berceo no se detiene a enjuiciar la conducta del clérigo (“nosotros no sabemos
si se lo buscó o non) sino que sólo nos ofrece los hechos que sucedieron y
muestra la decisión de la gente del pueblo: enterrar al vicioso clérigo fuera
del camposanto. En principio, parece que la decisión tomada por ellos es la más
adecuada, ya que el difunto era un gran pecador. Sin embargo, Berceo adopta una
postura afectiva, mostrando un desenlace muy distinto al que cabía esperar: la
Virgen intercede por el pecador y lo salva.
La Gloriosa aparece en el verso 17, pidiéndole a “un clérigo de buen
entendimiento “que entierren en lugar sagrado al monje pecador. Berceo
introduce el estilo directo con la conversación entre la Virgen María y el
clérigo que debe dar el encargo dictado por la Virgen. El empleo del diálogo sirve
para acercar más la historia al público, enmarcándola en un ambiente cotidiano
y familiar. La Gloriosa ordena que el clérigo pecador sea enterrado en lugar
sagrado y cuándo le pregunta quién es María contesta, “Yo soy Santa María…”
Estas citas en estilo directo, recuerdan el estilo oral formulario típico de
los cantares de gesta, mostrando cómo los clérigos también empleaban recursos
juglarescos para llamar la atención de su auditorio.
Finalmente, se produce el doble milagro narrado en tercera
persona: al clérigo enterrado le sale una flor de la boca que perfuma todo su
cuerpo y su lengua está fresca y sana "como se ve la carne de la hermosa manzana". La estrofa final es una reflexión del narrador de carácter general que tiene como finalidad fomentar el culto mariano.
Este texto, al ser una versión modernizada de Daniel Devoto, no presenta las grafías propias de un texto castellano del siglo XIII. De momento dejamos estos contenidos para cursos posteriores. En el plano fónico destacamos el predominio de la modalidad oracional enunciativa aunque también hay una oración interrogativa en el verso 30,"¿Quién eres tú que me hablas?", pregunta directa que realiza el clérigo a la Virgen y con la que Berceo consigue mayor afectividad y cercanía.
Observamos también algunas aliteraciones del fonema /s/ en los versos 10 y 13, entre otros.
Observamos también algunas aliteraciones del fonema /s/ en los versos 10 y 13, entre otros.
En el plano morfosintáctico, predominan las oraciones simples y
sencillas. La narración es en tercera persona con introducción del estilo
directo en las intervenciones de la Gloriosa y del clérigo al que le cuenta su
mensaje. Este paso de la narración al estilo directo y el verso en el que se presenta la virgen María, "Yo soy Santa María..." nos recuerda el estilo de los cantares de gesta, lo que demuestra que aunque juglaría y clerecía eran oficios distintos, ambos tenían elementos comunes y los clérigos también emplearon recursos juglarescos para acercar sus enseñanzas al público.
Otra figura destacada en este plano es el polisíndeton de la conjunción “y”, conjunción muy usada en la literatura medieval con cuya repetición se hace más lento el ritmo del poema. Además, Berceo emplea el hipérbaton, figura con la que manifiesta su influjo del latín y que sirve para intensificar determinados elementos. Podemos encontrar ejemplos de hipérbatos en muchos versos del poema (verso 1, 8, 45).
Otras figuras del plano gramatical que apreciamos en el texto son la anáfora que aparece en los versos en los que el clérigo pregunta a la Virgen quién es, intensificando la forma quién:
«¿Quién eres tú que me hablas? dime quién me ha mandado,
que cuando dé el mensaje, me será demandado
quién es el querelloso, o quién el soterrado».
Comparten este carácter intensificador las estructuras paralelísticas de los versos 35-37, en las que la Virgen reprocha a la gente su mala actuación por apartar al clérigo de zona sagrada:
"el que habéis apartado de vuestra compañía,
Otra figura destacada en este plano es el polisíndeton de la conjunción “y”, conjunción muy usada en la literatura medieval con cuya repetición se hace más lento el ritmo del poema. Además, Berceo emplea el hipérbaton, figura con la que manifiesta su influjo del latín y que sirve para intensificar determinados elementos. Podemos encontrar ejemplos de hipérbatos en muchos versos del poema (verso 1, 8, 45).
Otras figuras del plano gramatical que apreciamos en el texto son la anáfora que aparece en los versos en los que el clérigo pregunta a la Virgen quién es, intensificando la forma quién:
«¿Quién eres tú que me hablas? dime quién me ha mandado,
que cuando dé el mensaje, me será demandado
quién es el querelloso, o quién el soterrado».
Comparten este carácter intensificador las estructuras paralelísticas de los versos 35-37, en las que la Virgen reprocha a la gente su mala actuación por apartar al clérigo de zona sagrada:
"el que habéis apartado de vuestra compañía,
"El que habéis soterrado fuera del cementerio"
Los epítetos de "hermosa flor" o sabroso olor" que aparecen en las estrofas finales le sirven al autor para magnificar el milagro realizado por la Gloriosa.
En el plano léxico, hay ejemplos de algunas metonimias como en el verso 1 ("era de sesos idos" por "locura"), verso 16 ( "se fueron a enterrarlo, mas no entre los diezmeros", diezmeros para referirse a fieles), expresiones coloquiales que sirven para acercar la enseñanza al público. Con esta misma finalidad, Berceo utiliza el símil en "le encontraron la lengua tan fresca, y tan sana/como se ve la carne de la hermosa manzana" donde compara la frescura de su lengua con la carne de una manzana, un fruta común que hace más cercana la reflexión a las gentes sencillas. Las sinestesias de "fresco color" o "sabroso olor" le sirven al autor para magnificar el milagro realizado por la virgen.
El milagro “El clérigo y la flor” es un texto típico del Mester de Clerecía del siglo XIII y se ajusta a las características propias de la escuela:
Los epítetos de "hermosa flor" o sabroso olor" que aparecen en las estrofas finales le sirven al autor para magnificar el milagro realizado por la Gloriosa.
En el plano léxico, hay ejemplos de algunas metonimias como en el verso 1 ("era de sesos idos" por "locura"), verso 16 ( "se fueron a enterrarlo, mas no entre los diezmeros", diezmeros para referirse a fieles), expresiones coloquiales que sirven para acercar la enseñanza al público. Con esta misma finalidad, Berceo utiliza el símil en "le encontraron la lengua tan fresca, y tan sana/como se ve la carne de la hermosa manzana" donde compara la frescura de su lengua con la carne de una manzana, un fruta común que hace más cercana la reflexión a las gentes sencillas. Las sinestesias de "fresco color" o "sabroso olor" le sirven al autor para magnificar el milagro realizado por la virgen.
El milagro “El clérigo y la flor” es un texto típico del Mester de Clerecía del siglo XIII y se ajusta a las características propias de la escuela:
. Los textos del Mester de Clerecía narran historias encaminadas a
ensalzar modelos de conductas o a transmitir una enseñanza moral a través de un
ejemplo. En este milagro, con el ejemplo del clérigo pecador, Berceo nos
demuestra que incluso los pecadores pueden ser salvados si han sido devotos a
la Virgen María.
. El tema es de carácter religioso.
. La finalidad del texto es didáctica y moralizadora: los clérigos
escribían sus obras con intención de instruir a sus fieles y aleccionarlos en
las verdades de la fe cristiana. Para ello empleaban ejemplos amenos con un
estilo popular para que el auditorio se sintiera identificados con ellos.
. Empleo de la lengua vulgar: los
clérigos eran hombres cultos que escribían y conocían el latín pero empleaban
la lengua romance (el castellano) para enseñar a sus feligreses.
. Uso de la cuaderna vía.
. Fidelidad a la fuente escrita.
La técnica en la composición de sus obras consistía en la utilización de un
texto base pero los clérigos ampliaban el texto, lo abreviaban, incluían
disgresiones… La referencia a las fuentes escritas se manifiesta en este
milagro en el verso uno.
. Lenguaje más cuidado y selecto
que el de los juglares, como corresponde a autores más cultos. En el milagro
podemos apreciar formas más cultas conviviendo con otras más coloquiales. Pero,
también los clérigos empleaban fórmulas juglarescas con el objetivo de acercar sus
obras al auditorio: llamadas de atención al oyente, intervención de los
personajes en estilo directo como apreciamos en este milagro, etc.
Análisis lingüístico
En el milagro predominan los sustantivos concretos relacionados con la historia del clérigo, su enterramiento y el milagro de la virgen. Los adjetivos que aparecen el poema son adjetivos calificativos con carácter valorativo: "fieramente embebido", "yerro muy violento", "peligro serio", "hermosa flor", grande hermosura, fresco color... También los adverbios empleados sirven para valorar y matizar el sentido de los adjetivos a los que acompañan como en "fieramente embebido", "tan luengo" o "muy hermosa, muy grande hermosura".
En el poema adquieren gran importancia las formas verbales de pasado: verbos en pretérito imperfecto (era, amaba, yacía...) y en pretérito perfecto simple (dieron, pasó, apareciose, dijo, abrieron...) que nos muestran la historia de este pecador perdonado por la Virgen. Pero, junto con las formas de pasado, Berceo ha sabido integrar el tiempo presente con el diálogo que mantienen la Gloriosa y el clérigo al que se le aparece para que entierren en lugar sagrado al pecador: "Te mando que lo digas: di que mi cancelario/
no merecía ser echado del sagrario", "¿Quién eres tú que me hablas?..", "Yo soy santa María..." o "si no cumples bien corres peligro serio". De esta forma, con el empleo del presente la conversación se hace más cercana a nosotros, más coloquial y directa.
El poema, en general, emplea oraciones simples, asequibles a un público sencillo. Y también para conectar con este público, Berceo emplea un estilo coloquial con expresiones como"un clérigo era de sesos ido", humanizando a la virgen María que, como cualquier madre, dio de mamar a su hijo, "yo soy Santa María / madre de Jesucristo que mamó leche mía", o haciendo referencia a elementos naturales como la flor o la manzana. Pero, junto con este registro popular, Berceo utiliza expresiones más cultas: soterrado, luengo, osario, cancelario, querelloso, adormentado, treintenario, Speciosa, postrimero, etc. Por lo tanto, Berceo combina el nivel culto (reflejo de su condición de eclesiástico y hombre culto) con el nivel más coloquial (para acercar la doctrina cristiana a las gentes sencillas).
En el poema adquieren gran importancia las formas verbales de pasado: verbos en pretérito imperfecto (era, amaba, yacía...) y en pretérito perfecto simple (dieron, pasó, apareciose, dijo, abrieron...) que nos muestran la historia de este pecador perdonado por la Virgen. Pero, junto con las formas de pasado, Berceo ha sabido integrar el tiempo presente con el diálogo que mantienen la Gloriosa y el clérigo al que se le aparece para que entierren en lugar sagrado al pecador: "Te mando que lo digas: di que mi cancelario/
no merecía ser echado del sagrario", "¿Quién eres tú que me hablas?..", "Yo soy santa María..." o "si no cumples bien corres peligro serio". De esta forma, con el empleo del presente la conversación se hace más cercana a nosotros, más coloquial y directa.
El poema, en general, emplea oraciones simples, asequibles a un público sencillo. Y también para conectar con este público, Berceo emplea un estilo coloquial con expresiones como"un clérigo era de sesos ido", humanizando a la virgen María que, como cualquier madre, dio de mamar a su hijo, "yo soy Santa María / madre de Jesucristo que mamó leche mía", o haciendo referencia a elementos naturales como la flor o la manzana. Pero, junto con este registro popular, Berceo utiliza expresiones más cultas: soterrado, luengo, osario, cancelario, querelloso, adormentado, treintenario, Speciosa, postrimero, etc. Por lo tanto, Berceo combina el nivel culto (reflejo de su condición de eclesiástico y hombre culto) con el nivel más coloquial (para acercar la doctrina cristiana a las gentes sencillas).
Conclusión
En este milagro, Berceo persigue
una intención didáctica como en toda su obra, transmitiendo la doctrina
cristiana de una manera sencilla para que llegara al pueblo. Nos muestra cómo
la devoción a la Virgen es recompensada, ya que el clérigo de esta historia
aunque era un gran pecador siempre fue fiel a la Virgen y la Gloriosa le
salvará por su devoción. El texto se ajusta a todas las características del
Mester de Clerecía señaladas anteriormente y nos muestra el buen hacer de
Berceo, un clérigo culto con plena conciencia de su estilo que supo aclimatar
los textos cultos para las gentes sencillas, presentando estructuras
organizativas claras y empleando un lenguaje ingenuo y realista dotado de gran
fuerza dramática. La sencillez y la naturalidad son sus principales logros, porque como dice Benito Somalo, “La religiosidad de Berceo no se
manifiesta en elevadas teologías, sino en una familiaridad, tierna y humana”.
Me encanta tu blog !! porcierto gracias... me has salvado la vida no sabia como definir el poema me has ayudadoo mucho sigue asi ;)
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog
ResponderEliminarmadre mia me encanta tu blog gracias a el aprobe sintaxis mchas gracias sige asi
ResponderEliminarbs mucha suerte
Diezaco en lengua GRACIAS
ResponderEliminarEstoy muy agradecida, porque no tenía idea de cómo debía explicar este milagro de "El Clérigo y la Flor", y tu explicación me ha aclarado las ideas. Un millón de gracias y te felicito!
ResponderEliminarmuchas gracias explica también las poemas del Mio Cid por favor
ResponderEliminarMe has salvado la vida XD gracias
ResponderEliminarExcelente!!
ResponderEliminargracias, me ha ayuda muchisísimo
ResponderEliminarMe encanta el comentario de verdad y y me ha allegado muchísimo en mi trabajo de investigación sobre este tema de la edad media
ResponderEliminarMuchas gracias a los que lo han hecho posible
Me has salvado
ResponderEliminarMuchas gracias, tu página me ayudó en un trabajo de un trivial.
ResponderEliminarmuchas gracias
ResponderEliminarLo has sacado de algún libro?
ResponderEliminarMe ayudaste muchiiisimo! Gracias!!!
ResponderEliminarMe salvaste el proyecto! Capooo
ResponderEliminar