Este año pasará a la historia como el año
de los recortes. Empezaron con algunos recortes, luego recortaron más y todavía
siguen recortando (¡y lo que nos queda!).Pero en este panorama de crisis y
pesimismo, todavía, afortunadamente, nos queda la palabra. La palabra para expresar lo que pensamos,
sentimos y defendemos. Y aprovechando que aún no nos han recortado nuestra
libertad de expresión, voy a exponer lo que pienso de la situación actual de
los servicios públicos.
En primer lugar, señalar que yo soy
funcionaria de carrera e imparto clases en un instituto desde hace ocho años.
Todo lo que he conseguido en la vida ha sido gracias a mi esfuerzo, porque a mí
(como a muchísimos funcionarios) no me han regalado nada. He estudiado mucho,
simultaneado dos carreras, aprobado unas oposiciones y eso lo he conseguido por
mi constancia y mi superación personal. Señores, no critiquen a los
funcionarios que han llegado donde están por oposición, porque si están ahí es
porque han estado trabajando día a día para conseguirlo. Y digo esto porque me molesta mucho oir
comentarios como el que he oído hoy cuando iba a recoger a mi hija a la escuela:
“Más vale que se dejaran de huelgas y se pusieran a trabajar para ganarse el
pan”. Pues mire, esta incomprensión y esta crítica sin fundamento es la que
perjudica a nuestro funcionariado. Yo soy profesora, pero usted que está
criticando también podría estar aquí si hubiera estudiado, opositado, etc. etc.
¿Por qué no lo ha hecho? Ahora claro, le resulta fácil criticar pero no sabe
los problemas que hay de fondo. Pues mire, voy a empezar a enumerarle alguno de
estos problemas para que usted y otras muchísimas personas se den cuenta de
situación que atravesamos.
Mañana
hay huelga en los servicios públicos porque:
1.- La calidad de nuestros servicios públicos
ha empeorado considerablemente con las medidas que van adoptando nuestros
políticos. El trabajo que realizan los funcionarios cada vez se valora menos,
se recorta y se vuelve a recortar nuestros sueldos, tenemos que trabajar más
horas y en peores condiciones… y claro, tenemos que decir que todo está bien
porque disfrutamos de un puesto fijo.
2.
Pero, probablemente, esto no le resulte muy interesante porque parece
que a usted no le concierne. Pero, mire le diré que se equivoca porque si
calidad de los servicios públicos empeoran, eso NOS VA A PERJUDICAR A TODOS.
Centrándome en la enseñanza, le puedo enumerar algunos de los recortes de los
que todos somos o seremos víctimas en mayor o menor medida:
. El aumento de horas lectivas ha traído
como consecuencia que el profesor fijo trabaje más horas para que el interino
esté en paro. Así de triste. Los
profesores estamos más saturados de trabajo y eso repercute en la calidad del
servicio: más horas lectivas, menos tiempo para preparar clases, menos aprenden
los chicos.
. Hay menos profesores pero más alumnos
por clase. Nuestro hijo recibirá más atención en grupos reducidos que en grupos
numerosos. Por lo tanto, si cada vez hay más alumnos por clase, llegará un
momento (y no muy lejano) en que las clases se convertirán en una guardería
donde tener a los niños mientras que los padres trabajan pero nuestros hijos no
podrán aprender nada, porque enseñar en una clase con muchos alumnos es muy
difícil y no se les puede atender adecuadamente como en una clase más reducida.
. Hasta ahora los libros de texto de
nuestro hijos eran gratuitos en Castilla La-Mancha. El próximo curso, la gratuidad se acabará y los padres tendrán
que pagar los libros de sus hijos. De la
misma forma, se reducirán las becas y ayudas de estudios, perjudicando aquéllos
que menos tienen.
. Se congelan las ofertas de oposiciones de
empleo público y se intenta no contratar a interinos. Si tiene hijos estudiando
alguna carrera, sepa que cuando terminen no van a poder opositar para entrar en
el servicio público.
Como ve, no nos quejamos por quejarnos
sino que tenemos razones de peso y sepa que las consecuencias de estas medidas
van a dolernos a todo. Así que en lugar de criticar a los funcionarios, que ese
el camino fácil, tenga en cuenta que la protesta debería provenir de todos y
cada uno de nosotros porque VAN A PERDER NUESTROS SERVICIOS PÚBLICOS, y
consecuentemente, VAMOS A PERDER TODOS NOSOTROS. Es más le diré que los
funcionarios no somos los responsables de la situación que atraviesa el país; que
como usted y otros muchos, somos los que estamos sufriendo las consecuencias y
que mientras que otros han estado despilfarrando, nosotros estábamos estudiando
y trabajando. Ahora cuando la cosa se pone fea, nos toca a los funcionarios
perder poder adquisitivo y perder prestigio social para resolver los problemas
que otros han creado.
¿No
se dan cuenta de que los empleados públicos son importantísimos en la sociedad?
¿Qué sería de nosotros sin médicos, sin enfermeras, sin profesores, sin
policías, etc.?¿Se han parado a pensarlo? En lugar de tirarnos piedras,
comprenda nuestras reivindicaciones y respételas porque ustedes deberían unirse
a ellas, en lugar de criticarlas.
Probablemente, habrá funcionarios mañana
que no hagan huelga, pero no piense que están por ello contentos. Están
cansados de la situación actual y en contra de los recortes pero también
piensan que hacer huelga mañana no servirá de nada. ¿Para qué? Nuestros
políticos harán lo que quieran haya o no haya huelga, es más, se embolsarán el
dinero de los huelguistas que les vendrá de perlas en sus arcas vacías; la
población criticará a los funcionarios que son unos vagos porque no van mañana
a trabajar, no comprendiendo la verdadera dimensión del problema. Si realmente
quieren disfrutar de buenos servicios públicos, apoyen a sus profesionales y no
les señalen con el dedo; y digamos todos bien alto que la enseñanza y la
sanidad pública nos importa y que queremos que continuen siendo buenos
servicios y si hay que recortar que se recorten otras partidas, pero que no se
juegue ni con la salud ni con la educación. Por favor, ¿En qué país vivimos?
Muy bien explicado, Rosa. Y lamentablemente, cada vez me da más miedo plantearme en profundidad la pregunta final. En qué país y en qué mundo vivimos... y si es posible cambiarlo.
ResponderEliminarUn abrazo, compañera.
Gracias, Teresa. Desgraciadamente, cada vez es más difícil enseñar en un país en el que en lugar de apoyarnos se nos critica. Con el apoyo de los alumnos y de los padres nuestra educación pública tendría posibilidades de mejorar (o al menos de no empeorar más), pero cada uno vamos a nuestro rollo y no nos unimos... Y así nos va.
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