La obra que vamos a leer este
trimestre, Retablo jovial fue
escrita por el escritor asturiano Alejandro Casona. Nacido
en Besullo en 1903, la primera parte de su vida la ocuparon el estudio y la
enseñanza, pero, a partir de 1931, se dedicará por entero al teatro.
Entre las obras menores de
Alejandro Casona ocupa un lugar significativo el Retablo
jovial. Esta obra está en la línea de las antiguas farsas del
teatro medieval francés, en las que los personajes encarnan de forma burlesca
tipos universales que servían para entretener al público y hacerles pasar un
buen rato.
Casona escribió aproximadamente una veintena de obras teatrales, además
de textos menores: adaptaciones literarias, guiones de cine, libro juvenil de
poemas y una adaptación de leyendas de la literatura universal. Entre 1931
y 1936, Casona anima y dirige el Teatro
del pueblo, compañía alentada
por las autoridades culturales de la República, que yendo por pueblos y aldeas,
se dedicó a representar obras de teatro clásicas adaptadas
Su primera gran obra es Nuestra
Natacha (1936). Otras obras destacadas de Casona
(La barca sin pescador, La dama del alba, Los árboles mueren de pie) fueron escritas en su exilio
americano. En 1962 regresa
a España obteniendo un notable éxito de público y crítica.
Componen esta
obra los siguientes títulos: Sancho Panza en
la ínsula, Entremés del mancebo que casó con mujer brava, Farsa del
cornudo apaleado, Fablilla del secreto bien guardado, Farsa y justicia del
corregidor. Las dos primeras se escribieron para el Teatro del pueblo escritas entre 1931 y 1936. Las otras
tres obras fueron escritas después de 1936, en el destierro americano del
autor.
Las cinco farsas remiten a obras literarias
anteriores. Las tres primeras son adaptaciones de temas ya fijados
literariamente (Don Quijote de
Cervantes, el enxiemplo XXXV de El
Conde Lucanor don Juan Manuel
y el Decamerón de Boccaccio, respectivamente),
mientras que las otras dos están plasmadas escénicamente con más libertad.
Pero aunque Casona toma prestados
personajes (Sancho, mujer brava, el cornudo…) y tópicos literarios (capacidad
del saber popular para administrar justicia, crítica de las conductas
femeninas, burlas de los maridos cornudos…), sabe dar a sus obras un tono
propio: lenguaje directo, humorismo, didactismo inocente, toques poéticos o
arcaizantes y capacidad para explotar situaciones humorísticas.
Escena de El cornudo apaleado |
Escena de Fablilla del secreto bien guardado |
Nosotros vamos a acercarnos a estas
farsas a través del arte escénico. Para ello, tenéis que hacer grupos y cada
grupo se encargará de la representación de una de estas obritas. La puesta en
escena será a finales del trimestre, por lo que disponéis de un par de meses
para ensayar y preparar la obra. Tenéis a continuación unos consejos
para afrontar la representación teatral:
. En primer lugar, debéis realizar una primera lectura de la obra
para comprenderla: conocer el tema, las ideas, centrales, los
ambientes, la interrelación de los personajes, etc. Una vez comprendida, repartid los papeles de forma equitativa y de acuerdo
con vuestras capacidades. También debéis pensar en el decorado, el vestuario,
la utilería, la música, los efectos especiales...
. Representar una obra de teatro es un trabajo en equipo en la que todos estáis implicados. Por
lo tanto, no podéis actuar de forma autónoma sino en relación con los demás,
porque todas vuestras actuaciones son importantes y condicionan el éxito o
fracaso de la obra.
. El equipo puede introducir las modificaciones
que estime convenientes para
adaptar la obra a sus posibilidades o deseos.
. Para que
la puesta en escena sea un éxito hay
que preparar muy bien la obra. Debemos
memorizar el texto, realizar
ensayos periódicos, atender
al código verbal y no verbal... En todo caso, organizad bien los ensayos y no
lo dejéis todo para el final porque la precipitación no os conducirá a buenos
resultados.
. Recordad que en el texto dramático se
encuentra el texto que memorizan los actores y las acotaciones. Estas últimas nos informan de los
gestos, movimientos, entradas y salidas en escena... pero no hay que decirlas
en escena, solo tenerlas en cuenta a la hora de actuar.
. El día de la representación actuad con naturalidad: no os pongáis rígidos en escena, no
deis nunca la espalda al público y tranquilizaos. Meteos en la piel de vuestro
personaje, pues no sois papagayos que recitáis de memoria vuestro texto sino
que tenéis que sentirlo e interpretarlo. Dejad los nervios a un lado. Mostrad a
los demás vuestro talento, habéis trabajado mucho y ahora es el momento de
demostrarlo. Disfrutad el momento.
. Expresaos
de forma clara, fluida, vocalizando adecuadamente y con la entonación adecuada. No griteis ni hableis bajito (a no
ser que el guión lo requiera). Mantened un tono
de voz adecuado para que el
público os oiga. No os dejéis llevar por la precipitación, evitad soniquetes y
ritmos monocordes, no alarguéis pausas innecesariamente...
. En el teatro tiene gran importancia el código
no verbal (los gestos, las
expresiones faciales, los movimientos de las manos o el cuerpo, las entradas y
salidas de escena...)Acompañad vuestras palabras con los gestos adecuados,
evitando tanto la gesticulización excesiva como la rigidez extrema. La clave es
la naturalidad en escena.
. En la representación
también son muy importantes los aspectos relacionados con la ambientación de la
obra: decorado, vestuario,
utilería, música, efectos especiales...Tenedlos en cuenta el día de la
representación. También podéis crear el clima teatral entregando al público programas de mano o elaborando un cartel que informe sobre la obra que vais a
representar.
Bueno, espero que estos consejillos os
ayuden en vuestra actuación. No olvidéis que para representar una obra es
importantísimo el trabajo en equipo y que la constancia en los ensayos es una
de las claves del éxito. Ánimo y mucha mierda.
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