Nos encontramos ya en la recta final de curso y es ahora cuando empiezan a verse los frutos de vuestro trabajo. En el primer trimestre, estabais en la salida sin saber cómo realizar un comentario, llenos de dudas, preguntas y pensando que nunca lograríais hacer esta práctica. Pero después de practicar, atender, esforzarse... lo habéis conseguido: ya estáis en la meta, ya sabéis hacer un comentario. Aquí os dejo uno de los últimos comentarios que habéis realizado, El viaje definitivo, de Juan Ramón Jiménez.. Os lo ofrezco como un "comentario por relevos", donde pongo lo mejor de cada uno de vosotros, ofreciendo distintos trabajos porque el texto literario es plurisignificativo y cada uno de vosotros ha dejado su huella, su aportación y su percepción personal del poema.
Enhorabuena por vuestra progresión ascendente y ojalá que el verano no os haga olvidar todo lo que habeis aprendido en este curso.
EL VIAJE DEFINITIVO
…Y
yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi
huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
las campanas del
campanario.
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostáljico…
sin cielol azul y plácido…
y se quedarán los pájaros cantando.
Todas las tardes, el
cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde
están tocando,
Se morirán aquellos que me amaron;
Y yo me iré;
y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin
pozo blanco,
LOCALIZACIÓN
El
viaje definitivo pertenece al
autor Juan Ramón Jiménez. Este autor nació en Moguer (Huelva) en 1881. En 1916
se marchó a EEUU para casarse con Zenobia Camprubí y allí regresó tras el
estallido de la Guerra Civil. En 1956 recibió el Premio Nobel de Literatura y
dos años más tarde murió en Puerto Rico.
Su obra busca la perfección y se puede dividir
en varias etapas:
1) Etapa sensitiva: en esta primera etapa, Juan Ramón
Jiménez está marcado por el Modernismo. Sus obras se basan en símbolos y
motivos modernistas como el atardecer, la noche, los jardines… Sus obras tienen
mucha musicalidad y adjetivación. Destacan obras como Arias Tristes, Elejías o Platero y yo. A esta etapa pertenece el poema que
vamos a analizar que está dentro del poemario Poemas
agrestes.
2) Etapa
intelectual: Comienza en 1916
cuando Juan Ramón escribe Diario
de un poeta recién casado. En
esta etapa el autor busca la desnudez formal, tratando temas como la muerte, la
soledad, la creación… Otras obras de esta etapa son Piedra y cielo y La
estación total.
3) Etapa
suficiente o verdadera: Esta
etapa se produce durante el exilio americano del autor. El autor busca la
perfección y la belleza a través de Dios. Destacan obras como Dios deseado y deseante y En
el otro costado. (Miguel
Capuchino)
Este poema pertenece a Juan Ramón Jiménez,
poeta que llevó a su máximo esplendor el Modernismo. Nació en Moguer (1881), se
casó con Zenobia en 1916 y dos años antes de morir (1956) obtuvo el Premio
Nobel de Literatura. Marcó el camino que debía seguir la lírica, ya que
posteriormente siguieron sus pasos autores de la Generación del 14 y del 27. Su
carrera literaria está dividida en tres etapas, perteneciendo éste a la
primera, llamada sensitiva. En esta etapa el autor escribe dentro de un
Modernismo simbolista e intimista, con una poesía sensorial y melancólica,
influida por Rosalía de Castro y Bécquer. (Marta
de la Osa)
TEMA
En este poema Juan Ramón Jiménez explica su viaje
definitivo (la muerte) y cómo quedará todo cuando él se vaya. (Celia Torres).
El tema del poema podría sintetizarse en que el mundo y la
vida continuarán existiendo después de la muerte del yo poético (Marta de la
Osa).
ESTRUCTURA INTERNA
El poema El
viaje definitivo se puede
dividir en varias partes que guardan relación entre sí:
Primera parte (versos 1 al 4).- El yo poético
nos anuncia su marcha y comienza a contar cómo seguirá el mundo tras su ida.
Menciona que los pajarillos seguirán cantando como siempre y que quedará su
huerto con su árbol y su pozo.
Segunda parte (versos 5 al 7).- Aquí el
autor nos habla del cielo y hace hincapié en las campanas de la iglesia.
Tercera parte (versos 8 al 11).- donde el
autor comienza a hablar de la muerte de las personas que amó y que le amaron y
del crecimiento del pueblo. Vuelve a hacer referencia a su huerto, donde
dice que merodeará con tristeza, recordando tiempos pasados.
Cuarta parte (versos 12 hasta el final).- Aquí
el autor hace una última reflexión. Muestra que tras su partida, ya no le
quedará nada de lo que tenía en la vida y los pajarillos seguirán cantando como
si nada hubiera pasado. (Cristina Quijorna)
ESTRUCTURA EXTERNA
Nos encontramos ante un poema de quince versos
que no se corresponden con ninguna estrofa concreta. Según el número de sílabas
hay versos de arte mayor (endecasílabos, dodecasílabos, alejandrinos,
decasílabos) y de arte menor (trisílabos, heptasílabos y eneasílabos). Los
versos presentan rima asonante en –a –o. (Celia Torres).
ANÁLISIS LITERARIO
El viaje definitivo es
un poema con influencia claramente modernista, ya que hay una cierta
musicalidad que el autor consigue con la rima y con los encabalgamientos suaves
como en los versos 1-2 o abruptos como en los versos 12-13.
Otro rasgo modernista que podemos observar son las
sensaciones tanto auditivas “los pájaros cantando” como visuales “pozo blanco”,
“verde árbol”, además del cromatismo abundante, hay mucha adjetivación y
empleo de epítetos: “verde árbol”, “cielo azul”. Encontramos también
estructuras paralelísticas que ayudan a esa musicalidad y numerosas
reduplicaciones y derivaciones (“quedarán-quedará”, “tocarán-tocando”) que
enfatizan la nostalgia del poema. (Blanca Novillo).
La mayoría de las figuras retóricas que aparecen en el
poema son reiteraciones lo que redunda en el sentido de obsesión por la muerte:
repeticiones léxicas, oracionales, de preposiciones, de formas verbales de
futuro… Podría decirse también que los puntos suspensivos que aparecen en tres
ocasiones (versos 1, 11 y 14) nos sugieren la suspensión en la reflexión. (Ana
Bermúdez).
La conjunción “y” se repite durante todo el poema y el autor consigue con este polisíndeton que el poema adquiera un tono reposado y lento. No obstante, encontamos asíndeton en algunos fragmentos lo que dota al poema de una velocidad más fluida en antítesis con el polisíndeton anterior. Esto podría simbolizar la diferencia entre la vida (asíndeton) y la muerte (polisíndeton), los que se van y los que se quedan. (Carolina Álvarez)
El viaje definitivo es una metáfora de la muerte, de ese viaje sin regreso. El
tema de la muerte nos acompaña a lo largo de todo el poema, comenzando por el
primer verso: “Y yo me iré”, siguiendo con “las campanas del
campanario” que podría simbolizar un entierro, y al final “se morirán aquellos
que me amaron” aunque el espíritu del poeta errará nostálgico. (Blanca Palmero).
El poema comienza y termina de la misma forma lo que puede
significar que la vida de un ser vivo comienza y termina de la misma forma:
somos nada, nacemos y vivimos y con la muerte volvemos a la nada de nuevo. Como
dice una cita bíblica: “polvo eres y en polvo te convertirás”. (Blanca Novillo)
ANÁLISIS LINGÜÍSTICO
El poema presenta una abundante adjetivación, propia
del Modernismo. Cada sustantivo va calificado por un adjetivo y a veces por
varios como en “el cielo serán azul y plácido”, “mi huerto florido y encalado”,
adjetivos que crean policromía y sugieren sensaciones al lector.
Los verbos, la mayoría están en futuro,
excepto en el verso 6, “están tocando” que hay una referencia al momento en el
que el yo poético habla. Como ya he dicho, en el poema hay numerosas comas y el
enlace “y” de coordinación copulativa.
Por otra parte, el texto es de fácil
comprensión y de léxico sencillo lo que facilita la lectura y da la sensación
de que se describe una situación totalmente cotidiana. (Paula Punzón).
Es un poema con musicalidad y adjetivación
propia de la etapa sensitiva de Juan Ramón. Los verbos están en un futuro que
todavía no ha llegado, por los que nos hacemos una idea de que a lo que se
refiere es a la muerte que le va a llegar. En realidad, el autor de este poema
intenta expresarnos de alguna manera el miedo que siente hacia la muerte, pues
dice que todo se quedará en su sitio y él se irá sin nada, pero su espíritu
errará, es decir, que de alguna manera permanecerá en el huerto para seguir
disfrutándolo. (Noemí Romero).
CONCLUSIÓN
El poema es muy característico de la primera etapa del
autor (Modernismo). Se aprecia muy claramente la influencia modernista en el
tema (el transcurso de la vida cuando él ya no esté) como en los recursos
formales (cromatismo, sensaciones visuales y auditivas, musicalidad…). En el
poema está presente la gran contraposición entre la vida y la muerte, la
nostalgia que sentiremos cuando ya no estemos aquí y la tristeza de que tú
estarás vacío por no estar en esta vida pero la vida no te echará de menos ni
estará vacía por tu ausencia. Todos llegamos y nos vamos, tarde o temprano, los
únicos testigos de todo esto son la vida y el espíritu (verso 10). Gran poema
de mejor autor. (Marta de la Osa).
Este poema de Juan Ramón Jiménez es bastante triste porque
te hace pensar en lo que ocurrirá al morir. Será como si nunca hubieras
existido, no habrá cambios… Tus pertenencias perdurarán en el recuerdo. Es un
texto escrito con un lenguaje sencillo pero no por ello menos formal. Plasma
una de las grandes inquietudes del autor: la muerte. (Cristina
Quijorna).
Esta obra transmite pensamientos íntimos, ya que el autor
cuenta su melancolía al saber que un día lo dejará todo. Sabe que su muerte no
afectará al mundo y que todo seguirá igual hasta que pase el tiempo y surjan
nuevas generaciones que lo dejarán en el olvido. (Ana Bermúdez).
El viaje definitivo es un poema en el que el autor consigue transmitir pena,
nostalgia e incluso tristeza. Con la metáfora del título se refiere a la muerte.
Es un poema modernista en el que destaca la musicalidad y
las descripciones con adjetivos.
Juan Ramón tuvo una cierta fe religiosa
acentuada sobre todo en su última etapa en la que identificaba la poesía con la
búsqueda de Dios. En el poema hacer referencia a que su alma permanecerá viva,
escondida en su rincón favorito del pueblo. Y sobre todo acentúa que la vida es
cíclica con el comienzo y el final del poema y en el verso nueve, “y el pueblo
se hará nuevo cada día”, como es ley de vida, mientras unos mueren, otros nacen
renovándose así su pueblo. Y es que, por mucho que no intentemos pensar en
ello, llegará el día de nuestra muerte y “los pájaros seguirán cantando” sin
nosotros. Ahora bien, Juan Ramón no puede decir que haya muerto; biológicamente
sí pero todo el mundo lo recuerda por sus obras, como dice esa célebre frase:
“Nadie muere si hay alguien que lo recuerda”. (Blanca Novillo).